Callejón del Niño Perdido

Se ubica en pleno centro de la ciudad; fue construido tras la añeja tradición tuxpeña del Día del Niño Perdido celebrada el 7 de diciembre de cada año. En este callejón se encienden las primeras velitas de esta festividad, colocándose a lo largo de todo el callejón y al pie de la escultura que se encuentra en el centro del mismo.