El Curato

Hace muchos años, el curato de la iglesia de Zozocolco de Hidalgo era sólo una casa de mampostería  con tres puertas y dos ventanas al frente; en ese tiempo las escalinatas no existían y para subir, solo había una pequeña escalera  de menos de dos metros de ancho; al frente del curato había un tanque donde se juntaba el agua y atrás del curato había un pozo de donde se tomaba agua para  el servicio del sacerdote.