MUSEO DE LA AMISTAD MÉXICO-CUBA

El inmueble que lo alberga fue casa-habitación de expedicionarios cubanos pertenecientes al Movimiento 26 de julio, quienes lo adquirieron como condición al obtener el yate Granma. Con el triunfo de la Revolución Cubana en 1956, la casa es abandonada. Años después, Antonio del Conde El Cuate la arregla con recursos del Movimiento y se la encomienda a Cesáreo Ortiz.

En 1976 el Gobierno de Veracruz la confisca y durante la visita de Fidel Castro, el 4 de diciembre de 1989, éste la cede a la comunidad y la inaugura como museo.

Exhibe desde entonces una serie de fotografías, bustos, uniformes y otros objetos relacionados con la Revolución Cubana. Cuenta con tres salas una de ellas adaptada para la proyección de películas y documentales, biblioteca y salón de usos múltiples. Ofrece visitas guiadas y apoyo en trabajos de investigación.